Atalaya sur o que la tecnología esté al servicio del pueblo

Publicado el 10 Abr, 2016

En el año 2014, Proyecto Comunidad lanzó Atalaya Sur. Un proyecto que en sus inicios parecía imposible: llevar conectividad a las villas y asentamientos de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, y hacerlo a través de una propuesta de contenidos y participación desde una plataforma virtual que incluyera a todos los sectores con los que ya se venía trabajando – niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Desde los distintos espacios se promovería una apropiación popular de la tecnología, donde los compañeros de esos barrios pudieran convertirse en productores de contenidos y discurso en la web.

La convicción de la necesidad de atacar la brecha digital que cada día profundiza más las desigualdades sociales, pudo más que las dificultades que se fueron presentando en el camino.

En colaboración con la Universidad Tecnológica Nacional, la idea de llevar conectividad a los territorios más pobres y marginados de Villa Lugano y Soldati comenzó a cobrar forma. La primera experiencia se implementó en la Villa 20, donde se logró desarrollar una solución técnica que permitió la llegada de Internet al Centro Comunitario que la Organización tiene en el barrio. A partir de allí, a través de un proceso de organización y de capacitación, se desarrolló la Red de Wifi Comunitaria, Solidaria y Popular Atalaya Sur, que permite una provisión gratuita y equitativa de internet. El proyecto que se inició con la participación de 10 familias, hoy sigue en vía de expansión incorporando a nuevas familias a los recursos y oportunidades que permite el acceso a Internet.

El paso siguiente fue incorporar la tecnología en los espacios educativos que ya se venían desarrollando, lo cual implicó una transformación de las propias prácticas y un proceso que aún continúa de formación de los docentes.

Con chicos y chicas de 10 a 13 años comenzaron a funcionar talleres de programación y robótica que apuntan a generar un proceso de aprendizaje colaborativo en el que son protagonistas activos de los saberes que construyen. Teniendo en cuenta que nadie puede interesarse ni entusiasmarse con algo que no conoce, estos espacios abrieron un nuevo mundo de vocaciones. Es así que muchos chicos y chicas a partir de la experiencia en los talleres eligieron cursar sus estudios secundarios en escuelas técnicas.

En la Villa 20 también funciona un espacio de robótica aplicada. El taller reúne a jóvenes de entre 14 y 18 que a través de distintos proyectos construyen y ponen en juego saberes vinculados a la robótica, la programación, la mecánica y la electrónica. Durante los encuentros se fue gestando también una reflexión pedagógica en torno al proceso de aprendizaje, del que también participan estudiantes y egresados de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Como resultado de la primera experiencia durante 2015, ser logró la construcción desde cero de una impresora 3D. Hoy se trabaja en un nuevo proyecto que incluye la programación y el diseño e impresión 3D de piezas para la fabricación de un drone.

Los jóvenes también  participan de espacios destinados a la producción de contenidos en la web. A través de la apropiación de tecnologías de registro, edición y comunicación audiovisual, crean y difunden propuestas que expresan sus identidades, intereses y la realidad en la que viven.

Por otra parte, la creación de la Plataforma Virtual Atalaya Sur, permitió no sólo el acceso a distintos contenidos elaborados por y para los niños, jóvenes y adultos, sino también para potenciar y difundir lo que se construye desde los talleres educativos, emprendimientos productivos y audiovisuales.

En ese marco, comenzó a darse un intercambio entre los vecinos a través del muro de la plataforma, lo cual contribuye a la creación de un espacio público virtual, imprescindible para el fortalecimiento de las relaciones sociales y conciencia ciudadana dentro y fuera de estos barrios.

Todos los pasos dados hasta ahora han significado avances en el acceso a la tecnología, la construcción de nuevos conocimientos, el fomento de nuevas vocaciones y el fortalecimiento de procesos de organización popular. Pero los desafíos siguen siendo muchos. Más aún cuando el contexto general da muestras de un cambio profundo en las formas de pensar el desarrollo, la soberanía y la generación de políticas inclusivas. Con más fuerza, seguiremos adelante.

Para sumarse y/o colaborar con Atalaya Sur:

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