Entrevista a Alberto Fernández “Un año después ya es difícil echarle la culpa a la herencia”

Publicado el 23 Mar, 2017

LG: ¿Cuál es la caracterización general que realiza del gobierno de Cambiemos?

AF: Es un gobierno esencialmente conservador. Pero no es conservadurismo moderno, sino muy viejo y profundamente ineficaz, que a la hora de gestionar no para de cometer errores.

LG: Teniendo en cuenta que el gobierno no ha logrado ampliar su base de representación social, ¿Considera que es un gobierno fuerte o débil?

AF: Es un gobierno institucionalmente débil porque no cuenta con mayoría en ninguna de las dos cámaras. Por otra parte, ha equivocado tanto sus políticas en el primer año que gran parte de su masa de adhesión social se ha perdido. Cada día se debilita más. El nivel de decepción fue muy grande. Mucha gente expresó su descontento con Cristina, y lo hizo con la expectativa de que hubiera cosas mejores. Pero no fue así.

LG: ¿Cómo piensa que va a evolucionar la economía en este año electoral?

AF: Creo que efectivamente Macri recibió una situación compleja. Pero un año después ya es difícil echarle la culpa a la herencia y hay que empezar a pensar que la culpa la tiene el heredero. El gobierno dice que recibió un país sumergido en un pozo de 3 metros y que para salir primero hay que cavar 3 metros más. Nos dice que para resolver una inflación de 25% primero hay que llevarla a 40, o que para resolver un déficit fiscal de 5 puntos primero hay que llevarlo a 8. En su gestión económica, Macri ha sido calamitoso: más inflación, más déficit fiscal, más endeudamiento, más pobreza, menos trabajo, y una caída del consumo que se sigue sosteniendo. Si las políticas que llevaron a esto se siguen manteniendo, que es lo que se está haciendo, sólo se pueden esperar resultados peores. Hay que usar la lógica de Einstein: si sigues haciendo las mismas cosas, no esperes encontrar otros resultados.

LG: ¿No ve posibilidades de alguna rectificación?

AF: El gobierno de Macri piensa que los problemas que tiene no son políticos sino problemas comunicacionales. Piensa que el mal rumbo que puede tener la economía y la política, se puede corregir con un buen discurso. Hablan de planes que no existen. El gobierno les hace creer a los argentinos con la anuencia de muchos medios que hay síntomas de mejora. Hay que tener mucho cuidado porque creo que el gobierno va a intentar cambiar el ánimo con grandes anuncios, que no van a ser tal cosa.

LG: ¿Cómo ve el tratamiento y cobertura de las acciones del gobierno por parte de los principales medios del país?

AF: Ellos tienen dos objetivos. La demonización del pasado y el cuidado de la imagen del presente. Eso lo cumplen a rajatabla. Cuando no anuncian un nuevo procesamiento de alguien que estuvo en el gobierno de Cristina, anuncian un supuesto éxito de Macri. Es llamativo si uno lee los anuncios y las notas de opinión o las editoriales, porque muchas veces dicen cosas distintas. Sucede que las notas de opinión las lee el 2% de los que compran el diario. El resto lee la tapa y los títulos. Pero si se ponen a leer lo que dicen Ismael Bermúdez, Oña, Fernández Canedo, se darían cuenta que los problemas son otros.

LG: ¿Qué observa en el panorama regional y en la relación del actual gobierno con países hermanos y con Estados Unidos?

AF: La gestión de Macri ha sido totalmente errática en política internacional. Llegó despreciando al Mercosur, propuso entrar al Tratado Transpacífico, que ya estaba muerto. Quiso entrar a Europa de la mano de Renzi y Hollande, que hoy son dos cadáveres políticos. En el medio, Malcorra por querer ser secretaria general de la ONU, facilitó a Inglaterra una serie de cosas inadmisibles: en Malvinas hay pruebas misilíticas, bases militares, se explota el petróleo y se pesca. Todo gracias a Macri. Y ahora quiere revivir el Mercosur con un asaltante del poder que se llama Temer. Estamos a la deriva en un mundo convulsionado.

LG: ¿Hay una estrategia de largo plazo en el gobierno? ¿Considera que el gobierno acumula poder en su partido o lo hace en sectores de mercado en términos de una recomposición de poder patronal?

AF: El gobierno expresa lo que efectivamente es. Hay sectores de poder que se vieron muy golpeados en los últimos años y harán lo necesario para que esto no vuelva a ocurrir. Ahí está el sustento que tiene Macri. En los sectores de poder, no en la política. Eso en la coyuntura te permite sobrevivir, pero no es una estrategia de largo plazo.

LG: En su perfil de Twitter dice “Un país en serio es posible”, ¿Qué sería para usted un país en serio y cómo sería posible?

AF: Lo que hacíamos con Néstor. Recuperar el sentido común y nuestros compromisos. En esta oficina nosotros empezamos la campaña con Kirchner. Tenemos que recuperar lo que nos dio vida. A mí me parece que lo que falta en el peronismo es volver a construir un proyecto colectivo que nos obligue a todos, y que los dirigentes entiendan que de esto se sale con la política.

LG: Hoy parece predominar entre los dirigentes la búsqueda de una comunicación sin mediación con sus representados, es lo que pasa con Cristina, con Macri, con Massa. ¿Esto genera algún problema?

AF: No pueden ponerse en un plano de igualdad. Son cosas absolutamente distintas desde lo conceptual y desde el contenido. Yo puedo tener muchas diferencias, pero Cristina es una dirigente política de fustes. Puedo discutir con ella, pero tiene mucho para decir y tiene mucho contenido lo que dice. Macri no. Estamos viviendo una suerte de política light donde las formas son más importantes que los contenidos. Eso se atribuye a muchos. Pero no a Cristina.