“Gran parte de nuestro pueblo creyó que votaba por una alternancia política, pero votó un cambio de sistema”

Publicado el 15 Mar, 2016

A comienzos de febrero, el Congreso de la Nación permanecía cerrado y Mauricio Macri firmaba decretos en serie. Entre las decisiones tomadas a través de este mecanismo se destacan el nombramiento de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema y la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), cuestiones que generaron movilizaciones y críticas de vastos sectores políticos.

En ese marco, la visita del Doctor Raúl Eugenio Zaffaroni al Ateneo General San Martín del Café de los Patriotas generó un enorme interés. Con la presencia de unos 600 vecinos y vecinas, se desarrolló la charla-debate, que luego de la alocución central se transformó en asamblea abierta. Un corte de luz amenazó por breves instantes la continuidad del evento, pero rápidamente se montó el escenario en plena calle y la solidaridad permitió que la electricidad llegue desde una manzana lindera. “Esto muestra que estamos buscando nuevas formas de organizarnos, de encontrarle la vuelta, para seguir haciendo lo que tenemos que hacer que es estar organizados”, expresó Francisco Scarzella, secretario adjunto de Proyecto Comunidad, al retomar la charla ya instalados en la intersección de Nicasio Oroño y Cucha Cucha.

Zaffaroni comenzó su presentación asegurando que nos encontramos en un momento para dialogar, y así enfrentar colectivamente el desconcierto y el shock que ha generado en un buen sector del campo popular la asunción de un nuevo gobierno neoliberal. Se refirió también a una frase de Napoleón para señalar la responsabilidad política de todos y cada uno: “Cada soldado lleva un bastón de mariscal en su mochila”.

A continuación reproducimos parte sustancial de su discurso:

“La conducción se va a reordenar de alguna manera, pero en tanto, tenemos que estar preparados para la conducción y tener cuidado porque estamos siendo permanentemente hostigados.  Se nos quiere hacer caer en la trampa. El discurso que estamos oyendo y la construcción de realidad única que se está haciendo a través de los monopolios mediáticos no es nuevo; si nos vamos sesenta años atrás vamos a encontrar que a Perón se le dijo lo mismo y 90 años atrás a Irigoyen.  Hoy somos víctimas de un colonialismo en cuya cúspide se encuentran las corporaciones transnacionales. Nos encontramos en una situación virreinal modelo siglo XXI, no hay pelucas, no hay rapé; pero están estos “jóvenes brillantes”. Gran parte de nuestro pueblo creyó que votaba por una alternancia política, que votaba por un cambio, lo que podría ser una alternancia de partidos.  Es mentira, no es eso. Está votando por un cambio de sistema. Y aquí me voy a referir concretamente a lo institucional y no porque crea que lo institucional soluciona todo.  No, el derecho no soluciona todo, pero si bien no soluciona todo puede poner límites y evitar determinadas catástrofes. Que alguien gane una elección por un puñado de votos no puede significar que se lleve todo el poder para hacer lo que quiere, hay un límite y ese límite es la defensa de los propios que lo votaron que tienen derecho a cambiar de opinión.  De lo contrario tenemos una democracia plebiscitaria, el que ganó hace cualquier cosa y eso es Hitler”.

“…Frente a la nueva estructura de poder planetario teníamos que replantear nuestra ordenación interna porque estamos peleando contra un poder colonizador que va cambiando y tenemos que organizarnos internamente de una manera que impida este tipo de fenómenos como el que lamentablemente estamos viviendo, que es un fenómeno de caos institucional. Yo sé que las masas no salen a las calles por los problemas institucionales, pero el caos institucional anuncia el caos social, el caos económico y el caos político”.

“…¿Qué es una constitución? Sustancialmente es un proyecto de reparto del poder para que nadie lo hegemonice del todo; en definitiva es eso. Si un señor con un puñado de votos puede hegemonizar todo el poder quiere decir que esa constitución está mal hecha. Yo sé que pensar en una reforma constitucional en estos momentos es absurdo. La política es urgencia, es día a día, es pelea cotidiana, a cada día hay que estar decidiendo. Recién escuchaba: volver, volver. No, no vamos a volver. Si estamos. No nos fuimos nunca. El pueblo no vuelve, el pueblo siempre está y vamos a seguir estando. Un día se va abrir el espacio político y el día que se abra ese espacio político tenemos que saber lo que vamos a hacer y tenemos que tener un proyecto institucional, un proyecto institucional que impida esto. Una mejor distribución del poder tiene muchísimas más posibilidades de impedir la hegemonización y el caos institucional que estamos viviendo. Y les recomendaría que lean el librito de Conducción Política de Perón del 51 y lo actualicen”.

“No es momento de disputar cosas porque al final se pude terminar disputando el vacío.  Cuidado, porque vienen momentos difíciles. No se van a vaciar las plazas, la gente no se va a cansar, va ser más gente. Ya tenemos unos 40.000 más, que son los despedidos. Si no eran militantes ahora van a ser militantes y rabiosos, que es lo peligroso. Este programa económico no cierra sin por lo menos un 15 por ciento de desempleo.  Todo eso va a generar conflictividades, va a generar protestas y cuidado que este virreinato es políticamente torpe, totalmente torpe. Tenemos a Milagro Sala presa, que es una respetable dirigente provincial. Son tan torpes que la han convertido en figura nacional. Pero cuidado que esta torpeza política puede traducirse en torpeza en el manejo de la contención y de la represión, cuidemos las vidas de nuestros pibes, tengamos mucho cuidado de eso. Seamos cada uno su propio conductor, vayamos acercándonos cada uno a los grupos a los que pertenecemos: grupos políticos, sindicales, profesionales, culturales; vayamos cada uno actuando en sus grupos y de esa manera se va a reconducir la organización.  Termino con las palabras de Perón: La organización vence al tiempo.”